jueves, 6 de noviembre de 2008

Las Big Bands Chilenas

La fuerza de los 15 años
"Una cosa es practicar un solo de saxofón, trompeta o trombón en un pequeño combo de jazz y otra, muy distinta, es tocar un bloque, afiatado con una fila instrumental, leer arreglos, seguir al conductor de la orquesta, imprimir swing en cada soplido y hacer que una composición suene bien entre 20 o más músicos. Son las dos caras de una historia". Una idea-fuerza que bien conoce Gerhard Mornhinweg, ex cornista y trompetista docto que desde hace más de diez años conduce una de las más soprendentes orquetas de jazz del cono sur: la Conchalí Big Band, formada en 1994 y configurada únicamente con adolescentes.
Ahí enseñan maestros como el saxofonista alto Carmelo Bustos (ex Orquesta Huambaly, actual jefe de la fila de las cañas en The Universal Orchestra). Y de ahí han salido espléndidos solistas como Agustín Moya (tenor), Cristián Gallardo (alto), Jorge Prieto (trombón), Andrés Pérez (tenor) y Marcelo Maldonado (trombón). En 2003, y motivado por la expriencia en Conchalí, el saxofonista de Puerto Varas Carlos Ralil formó la Puerto Varas Big Band. La misma idea: sólo adolescentes con la vida por delante y ganas de tocar.


Desde la sala de clases
Gerhard Mornhinweg también encabeza una de las múltiples orquestas surgidas en las escuelas, la Projazz Big Band. Junto a ella está el Ensamble Latinomoderno, big band de la Escuela Moderna centrada sólo en el repertorio latin jazz y afrocubano, y está dirigida por los cubanos Juan Manuel Arranz (piano) y David Ortega (percusiones).
En la UMCE aparece una orquesta muy particular, integrada por estudiantes de pedagogía en Música: la Metrópolis Big Band. Y en la Universidad Católica, los trompetistas y trombonistas doctos debieron convocar a un director (el vibrafonista Carlos Vera) para levantar la Big Band UC y poder tocar swing sin el rigor orquestal clásico.
En Valparaíso, la Universidad Católica porteña tiene a la UCV Big Band, organizada en 2001 por el profesor de música Mario Espinoza Pulgar y dirigida actualmente por el bajista eléctrico Luis Cheul. Mientras, la Universidad de Valparaíso comparece al circuito con la El Farol Big Band, orquesta formada en la famosa sala de ensayo conocida como "El Farol" y puesta en marcha después de que el trompetista Santiago Cerda se presentara ahí con su consagrada Los Andes Big Band. Cerda dirige, entonces y en consecuencia, a El Farol Big Band.


Las orquestas maestras
Pero la historia de Santiago Cerda junto a las orquestas se remonta a más de una década. Como trompetista tocaba con los grandes jazzistas de los 50, 60 y 70 en la recordada Hamilton Big Band, que conducía el saxofonista ecuatoriano Hamilton Vela y que una vez que se disolvió dio origen a la Los Andes Big Band, formada por algunos sobrevivientes de la orquesta de Vela. En 2000 grabaron el disco Suite latinoamericana para big band y en sus filas han actuado solistas como Sebastián Jordán, Sergio Contreras, Claudio Rubio, Max Alarcón, José "Pepe" Vergara, Cristián Mendoza y Gustavo Bosch, entre otros.
El baterista Alejandro Espinosa alineó en la también desaparecida Víctor Durán Big Band y cuando ha querido integrarse a formaciones orquestales lidera la Funk Jam Big Band, una agrupación de gran formato que va en busca de arreglos orientados al funk y el groove por sobre el clásico swing. Es una orquesta que opera como selección nacional "de fútbol": se arma y desarma cuando hay "eliminatorias". O sea, espectáculos de las grandes ligas.
El saxofonista Raúl Gutiérrez ha vuelto a poner en marcha su orquesta de latin jazz llamada Irazú. Fue fundada en 1981 en la alemana Munich como noneto y para cuando Gutiérrez regresó a Chile a mediados de los 90 la convirtió en big band. Ahí promovió a un buen staff dse músicos nuevos, todos chilenos, casi todos desconocidos, todos con talento por demostrar. Luego se trasladó a La Habana y siguió con una versión cubana de Irazú. Hoy está de vuelta con una nueva generación de jazzistas en las filas.


Big band universal
De todas ellas la más fuerte es The Universal Orchestra, que conduce el sempiterno Juan Azúa, hombre de recordadas orquestas del formato Broadway, inamovible en los sets televisivos y grabaciones históricas. En 1996 comenzó a organizar músicos, a ordenar repertorio abierto, comprar arreglos y escribir otros nuevos para una orquesta tipo Las Vegas: que pudiera tocar cualquier pieza clásica. Debutó con el cambio de milenio y hoy el repertorio supera los 400 títulos, por lo que según su director "podríamos estar varios días tocando sin parar".
La Universal Orchestra ha editado tres discos y recientemente actuó con The Great Voices of Gospel. El director del coro se apresuró a decir que en Chile no había otra orquesta de jazz capaz de soportar los conciertos sacros de Duke Ellington (que interpretaron en el Teatro Municipal). En sus filas está nhombres de alto nivel: el saxofonista Carmelo Bustos (de la Orquesta Huambaly), el trompetista Ricardo Barrios (de la Orquesta Cubanacán), el trombonista Héctor "Parquímetro" Briceño y un sinfín de nombres para no perder de vista.

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